lunes, 2 de abril de 2007

Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil



Hans Christian Andersen y los niños.

Desde 1967, el 2 de abril —aniversario del nacimiento del escritor Hasn Christian Andersen, las Secciones Nacionales de IBBY organizan la celebración del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil para estimular el amor por la lectura y para promover el interés por los libros para niños. Cada año, un país miembro de dicha organización actúa como sponsor internacional de esta celebración. Su tarea consiste en convocar a un escritor destacado para redactar el mensaje a los niños del mundo y a un ilustrador famoso para diseñar un cartel. Estos materiales se utulizan de diferentes maneras para promover el libro y la lectura: a través de los medios de comunicación, de actividades en escuelas y bibliotecas públicas, de encuentros con autores, etc.

En 2007, la sección de Nueva Zelanda fue designada sponsor internacional. Para esta tarea, la organización convocó a la escritora Margaret Mahy- foto de arriba a la izquierda, ganadora del Premio Hans Christian Andersen 2006, para redactar el mensaje, y al ilustrador Zak Waipara —derecha— para diseñar el poster del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil.

Mensaje del Día Internacional del Libro Infantil.

Nunca olvidé cómo aprendí a leer. Cuando era niña, las palabras correteaban frente a mis ojos como pequeños escarabajos escurridizos. Pero yo era más inteligente que ellas. Aprendí a reconocerlas sin importar su veloz carrera. Por fin, por fin pude abrir libros y entender lo que estaba escritos. Fui capaz de leer cuentos y chistes y poemas yo sola.


Por supuesto hubo sorpresas. La lectura me dio poder sobre los cuentos y de alguna manera también les dio a los cuentos poder sobre mí. Nunca he podido escapar de ellos. Eso hace parte del misterio del a lectura.


Uno abre el libro, acoge las palabras y la historia, que es buena, explota en nuestro interior. Aquellos escarabajos que corren en línea recta de un lado al otro de la página en blanco, se convierten primero en palabras y luego en imágenes y sucesos mágicos. Aunque ciertas historias parecieran no tener nada que ver con la vida real... aunque se transformen en sorpresas de todo tipo y estiren sus posibilidades de una lado al otro como una goma elástica, al final los cuentos que son buenos nos devuelven a nosotros mismos. Están hechos de palabras y todos los seres humanos queremos tener aventuras con las palabras.


Casi todos empezamos como oyentes. Cuando somos bebés nuestras madres y nuestros padres juegan con nosotros, nos recitan rimas, nos tocan los dedos de los pies (Este dedito compró un huevito) o aplauden con nosotros (palmas, palmitas). Los juegos con palabras resuenan en voz alta y como niños, los escuchamos y reímos con ellos. Luego aprendemos a leer la tinta negra sobre la hoja blanca e inclusive cuando leemos en silencio, una voz está presente. ¿De quién es esa voz? Puede ser tu propia voz, la voz del lector. Pero es más que eso. Es la voz de la historia hablando desde el interior del lector.


Desde luego hay distintas formas de contar historias estos días. Las películas y la televisión tienen historias que contar aunque no usen el lenguaje de la misma manera que los libros. Los autores que trabajan en guiones de televisión o cine a menudo deben usar pocas palabras. "Que las imágenes cuenten la historia", dicen los expertos. Vemos televisión con otros, pero cuando leemos, casi siempre estamos solos.


Vivimos en un época en el mundo está lleno de libros. Es parte de la travesía del lector encontrar en la jungla de los textos alguna historia que salte de manera mágica... alguna historia tan emocionante y misteriosa que lo transforme. Creo que cada lector vive por aquel momento en que la palabra cotidiana cambia para dar paso a una nueva broma, a una nueva idea, a una nueva posibilidad con una nueva verdad dada por el poder de las palabras. "¡Si, cierto, dice la voz en nuestro interior. "¡Te reconozco!" ¡qué emoción leer!.

Margaret Mahy

Hoy es un día para la esperanza, para la paz, para la cultura, para el entendimiento entre los pueblos, un libro puede hacer que este mundo sea mejor, los niños son nuestros mejores aliados.

Dia Internacional do Livro Infantil


Leitura é cultura para crianças.
Comemora-se hoje, 2 de Abril, o Dia Internacional do Livro Infantil, iniciativa do IBBY (International Board on Books for Young People), realizada anualmente desde 1967.
O patrocinador de 2007 é a secção nacional do IBBY da Nova Zelândia.
Mensagem do Dia Internacional do Livro Infantil.

Nunca me hei-de esquecer de como aprendi a ler. Quando era menina, as palavras escapuliam-se diante dos meus olhos como pequenos escaravelhos negros cheios de pressa. Mas eu era mais inteligente do que elas. Aprendi a reconhecê-las apesar de tentarem escapar-me velozmente. Até que, por fim, consegui abrir os livros e entender o que lá estava escrito. Sozinha, tornei-me capaz de ler contos, histórias engraçadas e poemas.
No entanto tive surpresas. A leitura deu-me poder sobre os contos e de alguma forma também deu aos contos um certo poder sobre mim. Nunca lhes pude escapar. Isso faz parte do mistério da leitura.
Uma pessoa abre um livro, acolhe e compreende as palavras e, se a história for boa, ela explode dentro de nós. Aqueles escaravelhos que correm em linha recta de um lado para o outro da página em branco convertem-se primeiro em palavras e, logo a seguir, em imagens e acontecimentos mágicos. Ainda que certas histórias pareçam nada ter que ver com a vida real, ainda que nos conduzam a surpresas de toda a espécie e se distendam em múltiplas possibilidades, para um lado e para o outro, como pastilhas elásticas, no final as histórias que são boas devolvem-nos a nós mesmos. São feitas de palavras, e todos os seres humanos sonham ter aventuras com as palavras.
Quase todos começamos como ouvintes. Ainda bebés, as nossas mães e os nossos pais brincam connosco, dizem-nos rimas, tocam-nos as mãos («Pico pico maçarico quem te deu tamanho bico…») ou põem-nos a bater palmas («Palminhas, palminhas…»). Os jogos com palavras são ditos em voz alta e, quando somos crianças, escutamo-los e rimos com eles. Logo a seguir aprendemos a ler os caracteres impressos na página branca e, mesmo quando lemos em silêncio, há uma certa voz que está presente. A quem pertence esta voz? Pode ser a tua própria voz, a voz do leitor.
Mas é mais do que isso. É a voz da história que vem do interior do próprio leitor.É claro que há hoje muitas maneiras de contar uma história. Os filmes e a televisão têm histórias para contar, embora não usem a linguagem da maneira como o fazem os livros. Os escritores que trabalham em guiões de televisão ou de cinema são obrigados a utilizar poucas palavras. «Deixem as imagens contar a história», dizem os especialistas. Muitas vezes vemos televisão na companhia de outras pessoas, mas quando lemos quase sempre estamos sós.
Vivemos numa época em que o mundo está cheio de livros. Mergulhar nos livros à procura de alguma coisa, lendo-os e relendo-os, faz parte da viagem de cada leitor. A aventura do leitor consiste em descobrir, nessa selva de caracteres impressos, uma história tão vibrante que o transforme como que por magia. Uma história tão apaixonante e misteriosa que mude a sua vida. Creio que cada leitor vive para esse momento em que de súbito o mundo de todos os dias se altera um pouco, abre espaço a uma nova piada, a uma ideia nova, àquela nova possibilidade que é dada a uma determinada verdade de se exprimir pelo poder das palavras. «Sim, isto é mesmo verdade!», exclama aquela voz dentro de nós. «Estou a reconhecer-te!» A leitura é verdadeiramente apaixonante, não acham?

Margaret Mahy