sábado, 21 de abril de 2007

Información y deslocalización


Que buenas son las madres Ursulinas, que buenas son que nos llevan de excursión. Esta cancioncilla de mis años mozos, allá en el excelso Colegio de los HH. Maristas, que no Marxistas, de Badajoz que cantábamos como pringaillos cuando los hermanos nos llevaban a alguna excursión, siempre a lugares píos, debió cantársela un taxista madrileño a un muito importante personaje que llevaba el profezioná a un lugar tan santo, pío y sagrado como es la Conferencia Episcopal Española.
El nota, el currante, al ver montarse a un clérigo y este le indicó el destino de la carrera ( no sé a cuanto está el cuarto y mitad de la bajada de bandera) ligó rápido en el auto-radio de su "buga" a la COPE, lo importante es que el cliente esté satisfecho y repita, la pena fue que en ese momento estaba ladrando, soltando espumarajos y ese líquido viscoso mañanero que rezuma todos los días Fedeguico el Glande, ese Savonarola modenno, que nasió pa insultá.
Tan ilustre viajero era nada mais em nada menos que Monseñor Enrique Planas, observador permanente de la Santa Sede ante el Consejo de Cultura y Comunicación de Europa ( tenho que ligar a Dom Paquinho Vázquez, en el Vaticano, para que me explique que observa este santo varón). Pagada la carrera, no sabemos si en euros o con tarjeta VISA ORO del Banco Ambrosiano, Monsignore entró en la Santa Casa para hablar Con Rouco, Cagnizares y un tal Blázquez (este manda poco), para preparar su intervención posterior en la Universidad San Pablo-CEU con una ponencia sobre: Seriedad, verdad y profesionalidad en la información de la Iglesia.
Monsignore no se cortó un pelo y largó que con respecto a la COPE que: "algunos planteamientos informativos de este medio de comunicación que pertenece a la Iglesia "son suicidas", y "no tienen sentido, son intolerables y habría que adoptar medidas". Cogida la carrerilla, siguió largando y afirmó con rotundidad que "es un riesgo" ofrecer para "los resentimientos" una "tribuna porque se vende". Para finalizar el coloquio se despachó, Monsignore, de tal guisa: "comenté con varios obispos lo que había oído ( cuando iba en el buga del taxista, se entiende), que lo calificaron de tremendo pero que añadieron que si se adoptaban medidas contra Fedeguico el Glande" podrían cargarse el medio del que dependían los salarios de muchas familias, por la posible pérdida de audiencia.
Quién dijo miedo, Monsignore, se despidió de tan sacro lugar del saber, largando que hay valores que "están más allá" de la posibilidad de perder audiencia.
Debió ser un tierno momento verle el careto al Canciller Mayor de la Casa (Alfonso Coronel de Palma) que es a la vez el Chefe de la COPE y de que el teléfono púrpura sonara en píos lugares, pero quién es este Monsignore para darnos lecciones, hablaremos con el Papa para que tome medidas.
Monsignore, en vista de la situación, se despidió de tanto santo varón, cogió el telemóvel y ligó al currante del taxi que los había paseado por Madrid capital, para que lo llevara a Cádiz para apoyar a los currantes de DELPHI, que estaban de huelga general porque allí los han deslocalizado y no van a perder audiencia sino el curro.
El taxista, nasio en Alcalá de los Gazules, y que tuvo que emigrá de siquitillo a Madrí pa que su papa pudiera tené currelo, cambió el dial de su radio y ligó RADIO OLE, esa sandunguera y comprometida emisora que es tó arte del güeno. Monsignore, buen observador el, le dijo TIRA PALANTE y no pares que tengo que soltá allí un espiche mitinero sobre las deslocalizaciones de los dueños de la manteca, estoy jartito de esta Madrí capitá y que encima me digan que de lo que se trata es de mantener puestos de trabajo a costa de un pavo que lo más bonito que dice es........