domingo, 9 de mayo de 2010

¿Qué Europa hemos creado?




La Alta Representante Catherine Ashton nos desea Feliz Día aludiendo a que Europa se reecuentra con sus raíces tras 60 años de unión. Añade que esta efemérides se ha tornado en un símbolo de un nuevo comienzo, de una forma libre y exitosa de lograr la cooperación pacífica entre naciones soberanas, basada en valores e intereses comunes como la paz, la solidaridad, la democracia, el bienestar del pueblo y el Estado de Derecho.
Algunos ante lo que está ocurriendo con la crisis del desempleo y la pobreza que recorre Europa se acuerdan de la castratio plebis que defendió un Economista de Harvard, Thomas Nixon Carver, en el siglo XX que consistía en esterilizar a los ineptos para que no trasmitieran sus carencias procreando más ineptos. En honor a la verdad, ni el Gobernador del Banco de España, ni el empresarialmente atribulado presidente de los empresarios españoles –grotescamente mantenido en el cargo por nuestros intrépidos emprendedores, “creadores de riqueza”—, ni ninguno de sus exégetas y plumillas que en los medios de comunicación suelen salir justificando las propuestas de los anteriores, se han acordado todavía de la vieja y radical propuesta de Thomas Nixon Carver. De eso no cabe duda, y es de justicia reconocérselo.
Pero Durao y los suyos tienen muy claro que la culpa de la crisis que nos sacude la tiene el excesivo desembolso del gasto público, que ha ahogado el crecimiento económico. De esta interpretación se derivan las propuestas de que hay que disminuir tal gasto a fin de reducir el déficit y la deuda pública. En cuanto al elevado desempleo, éste lo atribuyen a las rigideces del mercado laboral, consecuencia de unos sindicatos excesivamente poderosos e influyentes que están obstaculizando la recuperación económica, en su acérrima defensa de los trabajadores con contrato fijo (y salarios demasiado altos) creando un elevado desempleo.
Lo que estamos viendo hoy es la plena expresión de lo que solía llamarse “lucha de clases”, en la que las clases dominantes lideradas por el capital financiero están imponiendo sus exigencias a las clases populares a fin de recuperar su rentabilidad. Como bien ha dicho Warren Buffet, una de las personas más ricas del mundo, conocedor del mundo financiero empresarial, al cual pertenece, “hay clases y lucha de clases, y mi clase está ganando esta lucha”. La famosa frase de apretarse el cinturón sólo aplica a las clases dominadas. Las dominantes ni siquiera llevan cinturón.
La actual situación de Grecia pone de manifiesto la inutilidad de la Europa neoliberal para defender a su ciudadanía de los efectos letales de la crisis del capitalismo financiero agudizado ahora con los ataques especulativos contra el euro. Los ataques especuladores de los delincuentes financieros que controlan el capitalismo -y por tanto el mundo-, no son solo económicos que buscan gangas para ganar aún más (que también), sino que son ataques políticos en toda regla tratando de doblegar dictatorialmente a los pueblos y amilanar a los gobiernos, por si acaso.
No es sorprendente que las llamadas democracias tengan problemas tan graves de credibilidad que están cuestionando su legitimidad. La agitación social en Grecia es el inicio de un proceso que pondrá en vivo lo que hasta ahora aparecía sólo en pasivo, expresándose en abstención en los procesos electorales. La transformación de tal abstención pasiva en agitación activa será, a partir de ahora, una constante en los años venideros. El peligro es que esta agitación la capitalicen las derechas, tal como dice V. Navarro, y me temo que si no espabilamos es lo que va a ocurrir en Europa.
¿Qué Europa queremos? A mi esta no me gusta y espero que podamos cambiarla entre todos aquellos que no nos gusta como está cimentada.
Nada tengo que celebrar, que otros vayan a saraos y cameos varios, yo me siento solidario con los que sufren esta plaga que amenaza con acabar con todo lo que tantos años conquistamos a base de lucha, dolor, sangre y muchas lágrimas.