viernes, 20 de noviembre de 2009

Por sus obras los recuerdan



Hoy es 20-N y los dolientes, deudos, plañideras y aguerridos mocetones de nuevo fuste, acompañados como siempre por las bendiciones de aquella que defiende un credo que refleja la única "fe verdadera", van a celebrar como suelen, estaría bueno que no lo hicieran, con multitud de actos públicos, privados y en ese ignominioso "Valle de los Caídos por Dios y por España" las honras debidas a los dos personajes más importantes que ha dado la historia de España, que junto a Isabel y Fernando, tanto montan uno como el otro, para recordar a esta España rota, descerebrada, laicista, asesina de fetos, anticatólica y gobernada por una chusma de rojos apesebrados que siguen más vivos que nunca.
Rouco y sus boyss ya han puesto a disposición de los fervorosos "españolazos" una lista de Catedrales e Iglesias para tan pío acto porque su Reino no es de este mundo y velan por la salvación de las almas de los pecadores.
Es lo mejor de este País: Intereconomía, Fuerza Nueva, el Opus Dei, los Legionarios de Cristo, la Asociación Católica de Propagandistas, la Universidad San Pablo-CEU, la COPE, y una multiplicidad ingente de Abades mitrados, Obispos, Canónigos, gente de bien y de orden, señoras que sientan a un pobre a su mesa por Navidad, gente honesta y honrada que siguen fieles a sus ideales y a sus creencias y principios.
Todos irán con sacro recogimiento, pondrán cinco rosas sobre sus tumbas y admirarán esa Cruz de 150 metros que jodió para toda la vida la Sierra de Madrid, pero hay que ser tolerantes y respetuosos con estos milllones de españoles que en democracia, en la que no creen ni nunca practicaron, puedan hacer lo que les plazca y cantar viejos himnos patrióticos, salmos, gori-goris variados y si lo desean darse unos azotes con cilicios con bolas de acero.
Ellos ganaron una guerra y fueron, como su fe predica y practica, benévolos con los vencidos, perdonaron las ofensas, no castigaron a quien no se lo mereciera y los perdonaron por sus pecados previo acto de contricción y propósito de enmienda.
Les debemos tanto los que no somos como ellos que es una verdadera pena que no comprendamos que ellos sólo quisieron y quieren nuestro bien y nuestra salvación eterna. Algunos somos muy contumaces y perseveramos en la herejía y más temprano que tarde nos condenaremos por malos y rojos o nos condenrán a morir en un Auto de Fe para que expiemos nuestros pecados.
Les acompaño en su dolor y que vivan con fe y entusiamo este día tan señalado.