El Retablo de las Maravillas no es el entremés de Don Miguel de Cervantes Saavedra, aunque si hay pícaros y artistas que intentan engañarnos con las más pías de las intenciones. El Chanfalla del moderno retablo es Fray Josefo Bono, hombre pío donde los haya, que llevado por su acendrada piedad y fuertes creencias, muy respetables ambas cualidades, ha propuesto que se instalara una "plaquita" a una monjita, ya SANTA, de la Iglesia Católica y Apostólica Romana en el Congreso de los Diputados.
Como se avecinan las fiestas del solsticio de invierno, la Navidad para los creyentes católicos, se ha armado la marimorena y la zambomba ha sonado más fuerte que nunca y según los que curan y velan por nuestras almas impías, nos han salido a algunos los rabos, cuernos y demás zarandajas a la luz del día y se ha vuelto a demostrar el mal endémico que nos aqueja a los malos: "el ODIUM FIDEI". Entre las muchas admoniciones, prédicas, exorcismos y demás armas para luchar contra el maligno que a algunos nos domina, me quedo por su frescura y claridad con la de un ilustre escritor y periodista llamado Juan Manuel de Prada con dos articulos en los medios que colabora: ABC con el titulado Maravillas del Congreso y L ´Osservatore Romano con el titulado Il genio di San Paolo.
Nos deleita el baranda con los siguientes trazos: "Si el proceso de canonización de Santa Maravillas de Jesús no hubiese concluido, el rechazo de estos congresistas del demonio a conmemorarla con una placa en el edificio donde nació habría servido al postulador de su causa como prueba de su santidad. Pues es facultad milagrosa de los santos hacer rabiar a los demonios, que como nos recuerda la Epístola de Santiago «creen y odian»; y el odio a la santidad lo expresan alejándola de sí, ya que en su proximidad sufren convulsiones y metamorfosis la mar de desagradables. Si la placa conmemorativa de Santa Maravillas se hubiese finalmente instalado, muchos congresistas habrían empezado a echar espumarajos y a mostrar las pezuñas por las bocamangas".
Estamos todos los malos, se entiende, poseídos por el sentimiento demoníaco del ODIUM FIDEI y adoramos al maligno por eso echamos espumarajos por la boca y nos asoman las pezuñas por las bocamangas al contemplar pías y santas imágenes. Me miro y no me pasa nada de lo que este baranda dice, será que como soy tan malo no me doy cuenta y gracias a él y a Fray Josefo Bono debo apuntarme a la catequésis parroquial para que alguien me cure de la ceguera que sufro, pero no caerá esa breva, tengo muy claro que como yo respeto a los que creen estos me deben respetar a mi que no creo en su fe.
12 comentarios:
Lee esto socialista pacense y verás lo que soís: basura.
Fue el intento de asalto a la cárcel donde estaban ingresadas más de doscientas personas detenidas en virtud de la proclamación del Estado de Alarma dictado por el gobernador civil Miguel Granados. En la noche del día 5 de agosto varios cientos de milicianos armados se dirigieron a la cárcel, situada en el antiguo Palacio de Godoy e intentaron acceder a su interior para asesinar a los prisioneros. Afortunadamente su director Miguel Pérez Blasco, ordenó cerrar las puertas del centro y organizó la defensa en la que colaboraron algunos prisioneros de confianza y la guardia que prestaba servicio de seguridad, con lo que finalmente, debido a la resistencia encontrada y la afortunada llegada de una sección de Asalto que los puso en fuga, se pudo evitar una masacre. En el interior de la cárcel se encontraba preso Manuel Almeida Segura, padre de la que fue diputada comunista doña Cristina Almeida, que como se ha dicho, estaba detenido y que poco después se alistó en la Legión incorporándose en la Columna de la Vida, llamada también Columna Madrid, colaborando como corresponsal de guerra del Diario HOY.
En ese periódico el propio padre de Almeida escribió una crónica que narra cómo se vivió dentro de la prisión este ataque:
“El día 5 de este mes, aproximadamente a las nueve de la noche, cuando empezábamos a cenar, sonaron los primeros tiros. No sabíamos de qué se trataba. Nos alarmamos al principio y enseguida se corrió la voz: “Quieren asaltar la cárcel” “Quieren asesinarnos a todos”. Efectivamente, así era.
Cerca de 500 milicianos, mejor sería llamarles asesinos, decidieron acabar criminalmente con los indefensos hombres que allí estábamos. Iniciaron su ataque con todo brío, haciendo enorme cantidad de disparos y se valieron, para poder conseguir sus objetivos, de toda clase de bajezas, hasta el punto de acercar a la puerta de la prisión una ambulancia de la Cruz Roja, pidiendo que se abriera la puerta para recoger a un Oficial de Prisiones que había sido herido. El momento fue de extrema gravedad. Se llegó a pensar en sacar al herido, pero pronto se descubrió la estratagema, porque desde la supuesta ambulancia partió gran cantidad de disparos.
La defensa que desde la cárcel se hizo fue verdaderamente heroica y de ella merece párrafo aparte “nuestro director”, el Jefe de la prisión don Miguel Arias que personalmente y con gran eficacia cooperó a la defensa de nuestras vidas, haciendo más de doscientos disparos. Más de dos horas duró el tiroteo y durante todo este tiempo no dejó de funcionar el teléfono, pidiendo al entonces gobernador civil el envío de fuerzas que vinieran a auxiliar a los defensores, que veían cómo se iban agotando las municiones. Con el director cooperaron, entre otros detenidos, don Alfonso García Larrubia, Cortés y David (de éstos no conozco sus nombres completos) que expusieron valientemente sus vidas para salvar las de los demás detenidos.
Momentos de intensa emoción sentimos en aquellas dos horas y, sin embargo, ni un solo instante se perdió la serenidad. A nosotros nos era imposible intentar ninguna clase de defensa y no había más que prepararse a morir como buenos cristianos.
Los sacerdotes allí detenidos (el padre Camino, don Isidro Lomba, don José María Martínez, don Inocente Grillo) fueron absolviendo a todos los detenidos.
Los de la planta alta, dirigidos por don Agustín Carande, organizador entusiasta y Jefe de todos los detenidos, organizaron, en lo que podían, la defensa que afortunadamente no fue preciso utilizar.
Al cabo de dos horas llegó una Sección de guardias de Asalto, al mando del guardia Cienfuegos que hizo huir despavoridamente a los cobardes milicianos que nos querían asesinar”.
¿Qué dices a esto?
No mereces nada más que desprecio, porque fue la legalidad republicana la que impidió que se cometiera la injusticia que relatas. La pena es que cuando se tomó Badajoz muchos de los antiguos presos hicieron lo contrario y dejaron su huella asesina en esta ciudad que aún, por lo que veo, no ha cerrado las heridas que los que como tú abristéis.
Abur listillo.
Una Santa esta en el cielo, no el infierno del congreso de los diputados donde se juntan, chorizos, insultadores, corrutos separatistas,..., por eso mejor que la placa de la santa la pongan en el sitio que verdaderamente le corresponda y la gente que se la debe de poner que son los ciudadanos.
Lo que nunca se hubiera justificado es homenajear a la madre Maravillas desde la estulticia y la corrupción intelectual de la mecánica partidista. Por eso muchos nos alegramos de que no se colgara la placa. Sin duda no son dignos de ello.
En las peores horas del siglo XX, aquejado por las ideologías criminales y asesinas que defienden Saramago y sus colegas, sobre la triste faz de esta tierra castigada, proliferaron y proliferan miles de hombres que viven y trabajan exclusivamente para los demás. Olvidados totalmente de sí mismos, por amor a un ideal ejemplificado en la figura del Cristo sacrificial, entregan sus energías e ilusiones por la vida de millones de desgraciados con los que a priori no tienen en común prácticamente nada. Ese motor histórico, actuante a través de los siglos desde Vladivostok hasta Alaska y desde Groenlandia hasta la Tierra de Fuego, ha movido a escribir páginas de heroísmo gigantesco y ha levantado obras portentosas que no pueden sino arrancar desde lo más profundo del corazón humano.
Epá é por demais a malta de gajos integristas que escrevem no meu blog.
Eu fico pasmado.
Los medios informativos han respondido con el silencio.
Como nos los cuenta, en primera persona, transmitidos por terceros, lo contamos: un cura catalán, Joan Manuel Serra, se será elevado a juicio por tirar pintura roja contra la fachada de la Presidencia de la Generalitat, o sea, el lugar de trabajo del señor Josep Montilla.
Al parecer con gran parsimonia, explicó que lo hizo para recordar a los 22.000 niños que son abortados en Cataluña cada año.
Quizás lo más “gracioso” es lo que le explicó uno de los mossos: “Pero aquí no matamos criaturas”, un fiel reflejo del aturdimiento que provoca la aceptación social de la Generalitat. En efecto, por el momento, y salvo que Carod ordene lo contrario, en el Palau de San Jordi no se dedican a prácticas tan sanguinolentas: las promueven y financian, sí, pero no las ejecutan. Eso queda para el doctor Morín y para don Guillermo Sánchez Andrés, el presidente de la Clínica Dator.
Me gusta este cura.
Eso sí, la prensa ni lo menciona. Como diría Juan Luis Cebrián: “El silencio no ha matado a nadie”. Aunque bien pensado...
Moratinos, que se considera católico practicante, fue abucheado cuando acudía el domingo 23 a misa en una Iglesia Madrileña. Los manifestantes consideraban que era una caso de incoherencia manifiesta, entre ser miembro de un Gobierno furiosamente anticlerical y declararse católico practicante.
Los buenos católicos consideramos que nada hay de malo en que el Ministro de Exteriores acuda a Misa -ni tampoco de que alguien, en uso de su libertad de expresión, le reproche su incoherencia- pero sí que las autoridades eclesiásticas -si ello ocurriera- debiera prohibir la comunión a quien promociona asuntos “no-negociables” para un católico, como los atentado a la libertad religiosa, la vida del no nacido, el matrimonio entre hombre y mujer, o el lavado de cerebro de nuestros jóvenes en sentido progresista. En su día pedimos que se negara la comunión a los altos cargos del Partido Popular: con igual o más razón a los altos cargos del Gobierno ZP, a los primeros por tibios y abortistas, a los segundos por abortistas y cristófobos.
Alguien dijo que el siglo XX era el siglo de la religión o que sencillamente no sería. Pues bien, el siglo XXI es el siglo de la Coherencia, el fin de dos siglos denominados por el relativismo modernista... o no será nada.
¡Que curioso!, si, realmente curioso, incluso diría que tiene visos de patología. nos hablan de amor, perdón, respeto y practican totalmente lo contrario, vamos por lo leído...no tengo dudas. Después acusan a Al-Kaeda de fundamentalismo. Señores vuestra Fe os ciega, y os ciega tanto que pecáis contra ella. Además ¿porqué habríais de tener razón vosotros y no los musulmanes o los brahamanes o los budistas? ¿no será que todos estáis equivocados? Si queréis Santos, ponedlos en vuestra casa, o en la iglesia, yo por eso no voy a protestar, pero los lugares públicos, son públicos y son de todos y no todos opinamos por igual ni de Dios ni de los hombres, y como la cuestión religiosa es un tema personal, con su pan se lo coman ustedes, pero por favor, no me obliguen a mi a comulgar con sus ruedas de molino, que a lo mejor mi dios es más verdadero que el suyo.
Que es muy fácil ampararse en el nombre de Dios y no hacerse responsable de los propios actos, y muy de cobardes el firmar como anónimos.
Menos misa y más ejemplo, menos soflamas insustanciales y más virtud.
Estoy más que seguro que si a ustedes tan cristianos, tan católicos, tan romanos les aplicásemos en su quehacer diario el Cannon de su Iglesia, iban todos a la carcel.
No me sean hipócritas y empiecen por entonar el mea culpa, porque de seguro que el luciferino dueño de este blog y el que suscribe estaremos algún día esperándoles a ustedes a las puertas del infierno.
Este Gobierno, anclado en resucitar las viejas historias es incapaz de aprobar la colocación de una placa en homenaje a la madre Maravillas en el Congreso, sin embargo, no importa que los españoles “paguemos” la techumbre, por capricho, de una sala en la ONU. Vergonzoso.
No deja de ser sorprendente que, al margen de lo que ha costado al bolsillo de los españoles, se haya promovido costear la cúpula de la sala de la ONU en Ginebra dedicada a la Alianza de Civilizaciones y al mismo tiempo se rechaza duramente colocar una placa en memoria de la Madre Maravillas, que tuvo la ocurrencia de nacer en 1891 en el mismo lugar donde hoy se alzan las Cortes, y que cuenta entre sus familiares a varios parlamentarios ilustres, viene a desvelar indirectamente las contradicciones de la política gubernamental.
El principio mismo en que pretende basarse la política exterior española, el diálogo y la tolerancia con otras culturas, se niega dentro de España cuando se trata de reconocer los valores de una monja, canonizada por su amor a Dios, practicados en el servicio hasta la muerte a los niños pobres.
No se entiende que la santidad asuste tanto a los defensores de la Alianza de Civilizaciones. Excluir a una mujer, por el hecho de ser monja, es una muestra de sectarismo que nada tiene que ver con una sana laicidad.
Pues nada a Luisma ahora a todos los que han nacido en un solar, placa al canto en el edificio que se construyó después.Además la manía que teneis los católicos que os reconozcan por la vida y obra de alguno de vosotros me suena a mala conciencia. ¿Qué os pasa?Teneis un problema con vuestra concepción del pecado y un gran error de conceptos. El pecado no está en nosotros que no creemos en él, el pecado está en vosotros y en vuetra mala conciencia que os obliga a buscar iconos constantemente, mientras que a nosotros, los rojos endemoniados y depravados nos basta y sobra con nuestra moral, por cierto menos laxa que la vuestra, que cuando la aplicaís a los demás que dura y cuando es a vosotros qué indulgente. ¿Moralidad o moralina?. Además el parlamento es tuyo y mio, porqué he de aceptar tu santo en mi Parlamento, mira si tanto te gusta te haces una hornacina en tu cas y le pones una estatua.Por otro lado ¿tienes algo contra las otras civilizaciones? ¿aportas tu 0'7 al tercer mundo? primero confiesaté tus pecados en conciencia y despues si puedes vienes y nos hechas en cara los nuestros.
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