La cosa de los toros con cuernos tiene miga y es una cuestión no sólo del tamaño de los pitones sino de a quién se los pones. Aquí en España ponerle los cuernos a la parienta o al pariente es un deporte nacional, unido a la pasión taurina de correr delante de morlacos y quedarse para recoger malvas. Pero este país es como es y es parte de su cultura y hay que respetarlo.
En nuestra vecina Portugal lo de los cuernos está como peor visto. Las corridas de toros se celebran con los pitones enfundados en gruesas capas de cuero o aserrados y está prohibido darles matarile en las Praças de Toiros, salvo en la indómita Barrancos donde toda la vida han alegrado los agostos calurosos con sus corridas de muerte, a la espanhola, y después de muchas broncas han hecho una excepción y allí les dan matarile en la plaza.
Lo que no está de moda, ni bien visto, son gente muy educada, es ponerle los cuernos a un padre de la República en un debate Parlamentario. Así le ha pasado a Manuel Antonio Gomes de Almeida de Pinho, un experto economista lusitano que fue Ministro da Economia e Inovação en el Gobierno de José Sócrates en Portugal desde 2005 hasta el día 2 de julio en que en el pleno del Debate de la Política General le espetó una cornada visual a un diputado del PCP por un quítame ahí esos cuernos sobre las minas de la histórica villa, siempre gobernada por los comunistas, de Aljustrel.
Este experto baranda venido del múltiples cargos en el sector bancario, fue cesado por ser un forcado que le quiso hacer uma "pega" a un comunista luso. Después de su ataque de cornos ha decidido volver al sector bancario de donde nunca debió salir porque allí son más discretos y no cornean a diputados comunistas sino que lisa y llanamente hacen caja.
¡Qué cornada! pero estoy seguro que si el hecho hubiera ocurrido en España este baranda hoy sería más famoso que ese crack madeirense llamado Cristiano Ronaldo y no por darle pataditas a un balón sino por saber de cuernos un taco.
2 comentarios:
Aquí en España es que hay mucho cornudo consentido y en otros países la gente sabe irse de la política cuando la caga.
A ver si aprendemos.
Eso, a ver si aprende Camps!
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