jueves, 22 de febrero de 2007

Ser uno más y no solo parecerlo.

No se trata de nada nuevo para los que ya lo conocian, eran muchos pero no la mayoría, pero si irrumpe en la sociedad extremeña cuando es elegido como candidato por el PSOE de Extremadura a la Presidencia de la Junta de Extremadura. Se trata de una persona atípica en la RES PUBLICA, aunque haya cincelado algo tan importante como nuestro Sistema Sanitario Público, marca impronta, establece un nuevo modo de ser, estar y aparecer frente a la ciudadanía.

Proximidad, cercanía, andarín impenitente, viajero incansable, bonachón, simpático, buen oidor, atento a cualquier sugerencia, buen conversador y en especial capaz de interiorizar las más cotidianas sensibilidades de los ciudadanos de a pie.

Como los antiguos viajeros del siglo XIX, como los escritores de literatura de andar y de ver, Guillermo Fernández Vara, se mezcla con el paisaje y con el paisanaje, oye, escucha con atención, pregunta, pide opinión, pide permiso para conocer la intimidad del hogar de ciudadanos, comparte mesa y mantel con ellos, reflexiona, recicla y procesa.

Finalizadas sus interminables jornadas de trabajo, con sus notas y con lo que ha aprendido pergeña la realidad de una sociedad viva, la interioriza, la traslada a la cotidianeidad de los ciudadanos, e intenta con la suma de esas experiencias vitales que su mensaje, cristalizado en propuestas, sea lo más próximo a lo que sienten, piensan y desean aquellos que siguen creyendo que el arte noble de dedicarse en cuerpo y alma a la cosa pública, al servicio de los ciudadanos no es una actividad para iniciados, para una casta de privilegiados llenos de múltiples titulaciones académicas o de masters en Universidades de relumbrón. No, es simplemente detenerse en el manierismo, en el detalle, en lo próximo, en lo cercano, en lo que no aparece nunca en los medios de comunicación social: la vida simple de nuestros conciudadanos.

Esa nueva forma de ser, de estar, de aproximarse a la ciudadanía le pueden hacer parecer como una rara avis en este mundo tan complicado, pero no es cierto hay muchos como él, pero en él esas peculiaridades adquieren unas características propias, una impronta con olor, color y sabor. Cristalino como el agua, nítido, leal, comprometido y asumiendo que necesita de los ciudadanos, que necesita que estos lo vean como lo que simplemente es: un ciudadano más.

Gracias Guillermo por ser como eres.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me cabe duda que usted es un pesebrista del poder, se le nota mucho que es palafrenero del PSOE.

Ya les queda poco.

Jose Carlos Molina dijo...

Mi muy apreciable Señor, una vez más demuestra usted que por muy respetable que sea su posición sobre mi persona o sobre otros temas, las palabras de trazo grueso no me inmutan.

Atentamente