sábado, 17 de marzo de 2007

Las cobras expelen su veneno



Lo que expelen algunas cobras de escalera.


Entre los múltiples medios digitales, son tiempos de noticias en red, existe el arriba indicado del cuál es Director-Editor un señor llamado Antonio Martín Beaumont, conocido por ser amigo digital del Partido Popular y haber sido Presidente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular.


Este prócer digital pepero que se quedó con 13 de las 14 licencias a las que optaba de TDT en la Comunidad Valenciana en 2006, junto con otros socios por medio de una empresa llamada Mediaset Comunicación Digital, para así armar bien la División Acorazada Brunete del PP y sus amigos.


Cada cuál es libre de elegir sus amigos y ganar concursos, legales no lo pongo en duda, pero lo que colma el vaso de la paciencia de este modesto socialista es tener que leer hoy en su medio digital, que alguien llamado "Santi Lucas" publique el siguiente artículo, que por su objetividad merece la pena ser reproducido:


LA CULTURA DE RODRIGUEZ IBARRA


Rodríguez Ibarra es un hombre tosco, de carácter primitivo, pródigo, enfático y cargante en sus declaraciones; un hombre de maneras agrestes y chanflonas, a estas alturas algo desquiciado y soberbio por los efectos nocivos de la hegemonía política con la que lleva lustros rampando en Extremadura; un hombre que pisa todos los charcos sin atender la hondura, pero muy interesado por una cultura a su medida que cultiva tenazmente y de la que es un consumado benefactor. Rodríguez Ibarra está dando los últimos coletazos de su larga carrera política, y lo hace enfangado hasta el cuello en su "cultura".


Hace unos días escoltó a un compañero convicto como Rafael Vera, ex secretario de Estado de Seguridad, en la presentación de un libro, justo el día antes de que éste fuera de nuevo juzgado por la enésima causa de corrupción. Sólo alguien muy sensible a las letras y la creatividad puede ofrecer esa prueba de camaradería política e ilustración tan generosa al mismo tiempo. Otros sentirían vergüenza de enaltecer en público la obra cimera de un delincuente en la antesala del banquillo, pero a Rodríguez Ibarra le sobran bravura, fidelidad y pasión "cultural" para hacer eso y mucho más.


Poco después, nos enteramos de que una repugnante obra fotográfica con Jesucristo, la Virgen María y los Santos como protagonistas, y que escandalizaría a la vanguardia cultural más rompedora, bárbara, sacrílega e iconoclasta, encuentra en el gobierno de Rodríguez Ibarra el estimulo, la deferencia y la gratificación necesarias para publicarse. Para que no quede duda alguna del amparo oficial al bodrio, es el consejero de Cultura (¡qué otro podría ser!) el que lo avala, prologa y subvenciona. A este último, Francisco Muñoz, le ha caído peor la polémica porque no tiene la altura y la erudición de Ibarra, y porque es candidato socialista a la alcaldía de Badajoz y a lo mejor allí no ha gustado tanto la pestilente iniciativa.


Ni por una cosa ni por otra ha recibido el presidente extremeño la menor reconvención de su partido. En el PSOE no se indignan por estas cosas. Decía antes que Rodríguez Ibarra está dando los últimos coletazos de su carrera política, y a los ciudadanos de a pie se nos está haciendo eterna e irritante la despedida.


Se puede destilar mala baba en mayores cantidades, no me cabe duda, pero este personaje la destila en cantidades industriales. No quiero añadir nada más creo que retratan al personaje y al director del medio que publica tal cantidad de basura y estulticia sobre una persona honesta y que, no lo olviden ambos, se retira de la política porque así lo ha decidido después de haber ganado democráticamente 6 Elecciones Autonómicas.


Se puede caer bajo, pero tanto uno pensaba que no era posible.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Este artista del mambo es de una objetividad de cojones, lo vi un día en un programa de Intereconomía TV y rajaba que te cagas.

Vaya fascista.

Anónimo dijo...

Si, en un programa que se llama EL GATO AL AGUA, con un tropa de cojones: la Alberdi, Lago, Alejo Vidal Cuadras (vaya nazi) que dirige un artista de lujo un tal Antonio Jimenez un facha de no te menees.

Que les den a esa camada de bestias pardas.

Anónimo dijo...

En los últimes meses, hemos oído numerosas apelaciones a cierta "mayoría" que, contra el veredicto de las urnas, estaría alzando su voz contra el Gobierno.

Esta presunta "mayoría" no sería, empero, un concepto meramente abstracto, virtual (como quien habla de la "opinión pública" o la "voluntad general"), sino un acontecimiento materializado en concreto, en forma de movilización colectiva en la calle. Contra una supuesta arbitrariedad gubernamental, las manifestaciones plasmarían la soberanía "real" del Pueblo; frente a los desmanes zapateriles, los rostros del "sentido común", la sensatez de la "gente de bien" y demás eufemismos para referirse, en última instancia: a nosotros mismos.

Porque de eso se trata, en suma: de erigirse en "reducto fiel" de la españolidad, en bastión ideológico y social de la "auténtica" cuidadanía. A diferencia de quienes delegan la acción política en sus legítimos representantes, los "integristas" de la vía pública opondrían el "mandato directo" de los peatones, quienes detentarían así el exclusivo ejercicio de la misma.

No es extraño, visto lo visto, que cuando, desde la derecha, se habla de "mayoría" al referirse a los 200.000, o 2.000.000, de españoles que secundan sus llamamientos a la "rebelión civil", en realidad reducen el espectro total de los ciudadanos a quienes comulgan con sus ideas. Si la aritmética les contradice (un 5% no es un 50% más uno, mál que les pese), no es por azar: para la derecha, España es una: la suya; grande, pero no como para incluir al adversario; y es libre, sólo en la medida en qu se pliegue a sus designios.

¿Mayoría minoritaria? Para el común de los mortales, este oxímoron repugna a la inteligencia; para el militante de la causa nacional-católica, no es más que un artículo de fe.

Aúpa Ibarra, y que si les pica que se rasquen.

Anónimo dijo...

Ante la grave ofensa que Moreno Montoya se ha permitido infligir, con el dinero de los extremeños, a todos los cristianos, católicos o no, incluso a los que no profesan nuestra fe pero practican la tolerancia en sus normas de convivencia, la Hermandad de Los Javieres se ha visto en la obligación de protestar enérgica y airadamente, y pedir la depuración de responsabilidades a Rodríguez Ibarra para que se retire de la venta inmediatamente la citada obra y haga dimitir a Francisco Muñoz, Consejero de Cultura del Gobierno Extremeño.