martes, 13 de marzo de 2007

Martires del FSLN - Himno de la unidad sandinista

A Gaspar García Laviana, el Comandante Martín, el guerrillero sandinista

Gaspar García Laviana









El Cura guerrillero Sandinista.
El día 6 de noviembre de 2006 Daniel Ortega fue elegido Presidente de la República de Nicaragua, el 11 de enero tomó posesión de su cargo en nombre del Gobierno de Unidad y Salvación Nacional.
Mucho ha cambiado la historia y los tiempos son otros, pero ahora es el momento de recuperar viejos ideales y no repetir los errores que llevaron al FSLN a estar mucho tiempo fuera del poder. Tocan tiempos nuevos y formas distintas, pero en nuestra retina queda lo que pudo haber sido - como experiencia - la Caída de la Dictadura de los Somoza y los que en ella empeñaron su vida, sus ilusiones y sus ansias de libertad. De entre ellos un asturiano, Gaspar García Laviana, el Comandante Martín.
Gaspar García Laviana nació en el año 1941 en Les Roces, La Oscura (S.M.R.A.), y se trasladó a Tuilla (Langreo-Asturies). Sus padres, Silverio García, minero, y Enriqueta Laviana. Era el mayor de tres hermanos, Silverio, que vive en Barcelona, donde ejerce como profesor de filología hispánica, y Marisa, quién está casada y vive en Tuilla.

Estudió bachillerato en Valladolid, Filosofía y Teología en Logroño, donde se ordenó sacerdote en la orden del Sagrado Corazón. Celebra su primera misa en el año 1966 en la parroquia de su pueblo natal. Posteriormente, se traslada a Madrid donde terminó un cursillo de sociología. Aquí mismo hizo compatible su sacerdocio, en la parroquia de San Federico, con el trabajo de obrero en una carpintería del barrio. Durante los tres años que permaneció en Madrid trabajó mucho con la juventud y con grupos de sacerdotes obreros, en un afán de implicarse cristianamente en la marcha social y política del país.

Cuando la congregación a la que pertenecía pidió voluntarios para ir a trabajar a Nicaragua, se ofreció con la única motivación de que: "ahí hacen falta sacerdotes", según sus propias palabras. Marcha a Nicaragua en 1969, siendo destinado a la parroquia de San Juan del Sur, departamento de Rivas, donde la mayor parte de los feligreses eran campesinos; "todos analfabetos, sin escuelas, traté de enseñarles las técnicas agrarias, pero no tenían tierras..., así durante cuatro años."

Quienes le conocieron coinciden en señalarle como un hombre idealista de gran calidad humana, profundamente identificado con la gente explotada y una inmensa sensibilidad a los problemas que vive Nicaragua: "donde el hambre y la sed de justicia del pueblo oprimido reclama, más que el consuelo de las palabras, el consuelo de la acción". Estas palabras están contenidas en su carta- testimonio que leyó a los feligreses explicando su decisión de ingresar en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
La permanencia en San Juan del Sur le llevó a conocer toda la situación de explotación en injusticia en que se encontraban los campesinos, vivía con indignación los abusos que se sucedían a su alrededor: "he sido testigo del inmundo tráfico carnal al que se somete a las jóvenes humildes, entregadas a la prostitución por los poderosos; y he tocado con mis manos la vileza, el escarnio, el engaño, el latrocinio representado por el dominio de la familia Somoza en el poder".

La gran sensibilidad de Gaspar lo llevó a utilizar la pluma como otra forma pacífica de lucha: sus poemas y cuentos son una forma de poder desahogar todo ese sentimiento humanitario de alguien decidido a luchar por las clases explotadas, reflejan también ese potencial revolucionario que más tarde lo llevaría a asumir un compromiso de lucha diferente, una militancia en el Frente Sandinista. "Un día me di cuenta de que yo era un servidor más de la tiranía somocista".

Inició sus primeros contactos y decidió colaborar sin reservas, posteriormente pasó a clandestinidad donde estuvo por espacio de tres años. A finales de 1977 logra escapar de la Guardia Nacional nicaragüense y pasa a Guatemala, desde donde regresa a España. Aquí logra exponer a los superiores de la orden del Sagrado Corazón su decisión de ingresar directamente como soldado del Frente Sandinista. Su postura fue tan firme y responsable que logró conquistar el respeto de sus superiores, quienes jamás intentaron persuadirle de su retorno a la vida de la parroquia. Algunos discrepaban políticamente con él, otros le pusieron ante el dilema de abandonar los hábitos o continuar en la guerrilla.

En Navidad de 1977, decide al fin poner en práctica la idea que había venido meditando durante algunos meses e ingresa como militante en el Frente Sandinista (FSLN).
La vida de "Martín", ese fue su nombre de guerra, dentro de la organización, está llena de grandes momentos con sus compañeros; como él dijo una vez, "aquí he encontrado a los grandes amigos del alma". Recibió cursos de entrenamiento como comando especial durante seis meses. Posteriormente, se le encargó dirigir los entrenamientos en el campamento. Participó en numerosos combates, en los cuales siempre se distinguió por su arrojo, decisión y valentía. En una ocasión se dijo de él, "es el primero en el combate y el último que se retira".

Gaspar logró ganarse el grado de comandante, lo cual implica cierto nivel de desarrollo político y militar. Su decidida participación en el combate y la habilidad de conjugar inteligencia y arrojo lo llevaron a obtener un gran prestigio dentro de las filas sandinistas. En el momento de su muerte, a los 37 años, dirigía una de las columnas que operaba en la zona sur del país y formaba parte del Estado Mayor del Frente Sur "Benjamín Zeledón".
El 11 de noviembre de 1978, la Radio Sandinista anunció:
Hermanos, les quiero comunicar una noticia dolorosa, el Comandante Martín, Gaspar García Laviana, el cura sandinista cayó en combate hace unas pocas horas, sin embargo no es el momento de llorar. Hoy más que nunca tenemos que seguir el ejemplo heroico de nuestros mártires. Adelante compañeros.

"Sólo los obreros y campesinos irán hasta el fin,solo su fuerza organizada logrará el triunfo".

A.C.Sandino