domingo, 14 de marzo de 2010

¿Pensiones públicas o privadas?


Vivimos lo que nos dejan y como nos dejan. Disentir o ir contra la opinión dominante te cuesta que te tachen de enemigo, de pesimista, de que no te enteras, de que ellos - los amos de la pasta- - siempre tienen razón y que en lugar de aplicar cuidados paliativos hay que hacer cirugía invasiva y además que sean los que te produjeron el dolor y las heridas los encargados de operarte de nuevo a ver si te extirpan las neuronas y así dejas de dar la lata.
Los sabios y gurús nos intentan vender que es bueno prevenir, sacar tus ahorros y dárselos a la "banca" para que te asegures una buena vejez. Nos piden que nos acomodemos y les dejemos hacer que ellos de esto saben más que nosotros. Yo siempre lo he tenido claro pero para el que tenga dudas le aconsejo leer una obrita de V. Navarro, A. Garzón y mi admirado Juan Torres López titulado: ¿Están en peligro las Pensiones Públicas".
Vivimos en un mundo rodeado de mentiras, en la sociedad del crimen perfecto porque se ha asesinado la verdad, donde la banca quiere quedarse con el botín de las cotizaciones de los trabajadores no para la economía productiva sino para la especulativa.
Respeto a aquel que quiera y pueda pagarse un plan privado - además le desgrava fiscalmente -, pero que nos intenten engañar más veces los economistas neoliberales que copan todo el espectro político, social y económico, sus adláteres y aquellos que se deslumbran con la ortodoxia y los digmas economicistas que nos han llevado donde estamos.
Tengo muy claro que estamos creando una ciudadanía que sólo quiere escuchar lo que quiere y no lo que debe escuchar y ahí se abrirá el vacío social de confianza que hará que la derecha política recobre el poder más temprano que tarde.
Uno, modestamente, como decía A.Machado, siempre ligero de equipaje y con las manos limpias, las ideas muy claras y con mis convicciones cada día más sólidas.