miércoles, 21 de noviembre de 2007

Lizartzako Udala


Ser alcaldesa, sin haberse presentado a las elecciones en un pueblo, y si haberlo hecho en otro donde lo llevaba intentando desde 1995, en Eibar, y haber obtenido 1 acta de concejal sobre 21 posibles es para pensar que algo funciona mal en los procesos electorales.
Doña Regina Otaola Muguerza, no me cabe duda que es una persona valiente y con fuertes convicciones, que hace política en un medio hostil y que eso le honra, pero llegar a gobernar un pueblo sin vivir en el y sin haberse presentado a las elecciones me parece algo esquizoide. Lizartza es tierra abertzale y el antiguo alcalde del pueblo que si se presentó y ganó las elecciones no era cualquiera, Joseba Eguíbar, es el Portavoz del PNV y el Presidente del mismo en Guipúzcoa, y visto lo ocurrido en la pasada legislatura no se han presentado.
la Señora Alcaldesa, bloguera ella en las bitácoras de Libertad Digital, Desde Lizarza, sigue la doctrina de Mayor Oreja, en un municipio donde lo díficil no es ganar sino gobernar. El Partido Popular fue la única lista que se presentó a las Elecciones, obtuvo 27 votos (20 de ellos por correo) de un total de 355 emitidos.
Tras renunciar a su acta de concejal, el único del PP en Eibar, en favor de su compañera de partido Carmen Larrañaga, Regina Otaola fue nombrada alcaldesa de Lizarza, por decisión del Partido Popular (PP). El PP fue el único partido que presentó candidatura en este municipio, ya que el PNV pidió el voto en blanco y obtuvo el 15,98% de los sufragios válidos (27 votos) y 7,6% respecto al total de votos emitidos, frente al 52,39% de votos nulos (promovidos por la izquierda abertzale) y el 40% de votos en blanco (promovidos por el PNV).
La lista de ANV en dicho municipio fue ilegalizada por tener miembos es sus listas de otras organizaciones ilegalizadas. La candidatura estaba compuesta por militantes del PP de fuera del País Vasco que se presentaban para rellenar listas por lo que el PP decidió nombrar a Regina Otaola, además de otros seis concejales más que no son del pueblo en sustitución de dichos militantes.
Suerte a la Señora Otaola, difícil lo tiene, pero sin cuestionar su compromiso, algo debe corregirse para que esta izquierda abertzale montaraz se vuelva cuerda y acepte las reglas del juego democrático, para que experimentos como este no desvirtúen la voluntad soberana de un pueblo a elegir a sus gobernantes y los casos como el de Lizartza no sean una excepción y se repitan en el futuro.