martes, 24 de junio de 2008

Al compañero Juan Negrin


La historia, a veces, se retuerce pero al final se hace justicia y en el XXXVII Congreso del PSOE vamos los socialistas a pagar la deuda con nuesto compañero Juan Negrin López.
Este ilustre Fisiologo canario, que curiosamente entró en el PSOE de la mano de Indalecio Prieto, el cuál lo expulsó del mismo en 1946, ha sido objeto de una furibunda exclusión, de una red de preconceptos y de las críticas más feroces por tirios y troyanos.
La Asociación Wenceslao Roces ha clamado por situar en su tiempo, en sus circunstancias y desmontar la historia tejida contra nuestro compañero y con la siempre inestimable ayuda de Alfonso Guerra y de la Fundación Pablo Iglesias.
Me quedo con las palabras del libro de Ricardo Miralles en su obra "Juan Negrín: la República en guerra", como homenaje a nuestro ilustre compañero: "Cuando el doctor Negrín asumió la presidencia del Gobierno republicano, en mayo de 1937, estaba convencido de que con una estrecha colaboración con los soviéticos proporcionaría la única posibilidad de supervivencia, por no hablar de victoria, para la República. Como recuerda Miralles, esta fue una percepción compartida por Manuel Azaña, Indalecio Prieto y otras muchas figuras republicanas y socialistas. La superioridad material de las fuerzas de Franco, con el apoyo generoso de Hitler y Mussolini, frente a las dificultades logísticas de la República a pesar de la ayuda rusa, supuso que Negrín, por mucho que fortaleciese al Estado republicano, no iba a poder parar la serie creciente de derrotas." Ello significó que quienes habían apoyado tal política se volviesen después contra Negrín".
Apoyo total a los compañeros del PSOE de Canarias en su Propuesta al Congreso e igualmente recuperar su papel como científico que prácticamente fue borrado de los anales, a pesar de que era admirado por su mentor, Santiago Ramón y Cajal (Nobel de Medicina en 1906), y fue maestro, entre otros, del profesor Severo Ochoa (Nobel de Fisiología y Medicina en 1959).
Aunque tarde, compañero del alma, se te hace justicia.